Kimihiko parece estar destinado a enfrentar todo tipo de problemas, y es que desde joven se ha visto involucrado en todo tipo de eventos desafortunados, e incluso algunos trágicos.
Ahora, en su tercer año de secundaria, sus días siguen siendo algo desconcertantes, sino es que aterradores.
Y según él, nació con una condición que naturalmente lo lleva a enfrentar situaciones problemáticas, desde un inofensivo flash mob, hasta tropezar con transacciones ilegales y escenas del crimen.
Un día en particular, es rodeado por un grupo de personas, quienes le obligan a subir a un vuelo internacional y llevar una extraña maleta consigo.
Sin poner resistencia, Kimihiko decide ir con la corriente, al menos hasta el momento en que escucha a una de las asistentes de vuelo solicitar la ayuda de un detective privado.
Y como podrás imaginarte, sentado a su lado está Siesta, quien se autoproclama como la “detective legendaria” que están buscando.
De inmediato voltea a ver a Kimihiko y le pide que sea su asistente, a pesar de su escepticismo, él decide seguirle la corriente y se dirigen a la cabina del piloto.
Ahí son recibidos por un hombre, quien ha tomado el control del avión a la fuerza. Pone a prueba a la detective, y le hace una serie de preguntas, dándole la oportunidad de salvar a la tripulación y evitar que el avión se estrelle con todos a bordo.
Siesta actúa de forma relajada y segura, y Kimihiko simplemente pone atención a su trabajo. La joven deduce que, en realidad, el secuestrador está huyendo de una mafia, y que busca una excusa para ser detenido y no quedar como un cobarde.
Comienza una pelea, y el hombre comienza a utilizar un implante tecnológico insertado en su oído para atacarlos.
A la mitad de la gresca, Kimihiko recuerda la maleta con la que subió al avión, y dejándolo a su suerte decide ir por el contenido para dárselo a Siesta. Gracias a el arma que llevaba consigo, la detective derrota al criminal.
Al final, resulta que Siesta es responsable de que Kimihiko subiera al avión, y ahora en verdad quiere que sea su asistente, finalmente accede y ambos se embarcan en un viaje por el mundo, lleno de acción y peligro.
Pero luego de tres años, vemos a Kimihiko nuevamente como un estudiante, Siesta ha perdido la vida y él sus deseos por continuar con su trabajo.
Y aunque le molesta que le llamen detective, su naturaleza sigue llevándolo a enfrentar nuevos casos y, aparentemente, a reencontrarse con alguien muy especial.
(探偵はもう, 死んでいる.)