En este mundo, los estratos sociales están claramente marcados, y en la parte superior de la jerarquía se ubica la iglesia, le sigue la nobleza y por último los ciudadanos.
El poder lo determina el uso de la magia, y nadie lo hace mejor que las sacerdotisas de la iglesia, quienes buscan mantener el equilibrio de la sociedad, muy a pesar de los reyes y nobles, quienes durante muchos años han buscado un poder que iguale las fuerzas.
Para ello, han abusado del poder de invocación de humanos de nuestro tiempo, ya que, por alguna razón, estos poseen alguna habilidad mágica que podría ser la clave para su causa.
Sin embargo, ha sido tanta la cantidad de personas invocadas, que la sociedad en sí ha cambiado, y aquellos que han sido descartados, ahora les llaman Los Perdidos, y si llegan a perder el control sobre sus poderes, pueden causar todo tipo de tragedias, algunas de proporciones históricas.
Hoy, un par de jóvenes han sido invocados desde Japón, uno de ellos ha sido expulsado inmediatamente, ya que no parece poseer un poder relevante para el rey del lugar.
Al deambular, el joven se topa con Menou, una sacerdotisa que le indica que puede ayudarle si lo acompaña a la iglesia más próxima.
Menou le cuenta más sobre el mundo en el que viven, y que es importante determinar qué tipo de poder tiene. Al hacerlo, la sacerdotisa determina que es un peligro, y sin dudarlo, apuñaló al joven y terminó con su vida en un instante.
El trabajo de Menou es ese, acabar con la existencia de Los Perdidos, con el objetivo de evitar un problema mayor, como aquellos que cuentan los más viejos.
Más tarde aparece Momo, la asistente de Menou, quien tiene una clara obsesión con su maestra y no deja de acosarla un solo instante.
Finalmente, se pone seria y le dice a Menou que en el castillo hay otra humana, y al parecer esta tiene un poder significativo, ya que ha sido encerrada y es protegida por los soldados del reino, que, por cierto, han seguido a Momo hasta la vieja iglesia.
Menou decide enfrentarlos, y a pesar de ser superada en número, su gran poder la hace parecer invencible, y termina con ellos en poco tiempo.
Es momento de visitar el castillo y asegurarse de acabar con la otra humana que fue invocada más temprano, pero al momento en que Menou la ve de cerca, algo le parece familiar, y recuerda un sueño que ha tenido últimamente.
La joven se llama Akari, y al parecer tiene el poder de curar a otros, por lo que se le ha encerrado en una habitación del palacio.
Menou la convence de que quienes la invocaron lo han hecho con malas intenciones, y que ella en nombre de la iglesia ha venido a ayudarla. Akari siente que su encuentro es parte del destino, y decide confiar en ella ciegamente.
A la mitad de la noche, las dos recorren los pasillos en busca de la salida, entre sombras, Menou apuñala a Akari, solo para descubrir que el poder de la joven no es la sanación, sino la manipulación del tiempo.
(処刑少女の生きる道)