Un día, Shoutarou Tatewaki se dirige al colegio, pero en la entrada, algo ha causado conmoción. Desafortunadamente, un pequeño gato yace muerto. Los estudiantes observan, pero no hacen algo por la criatura.
Shoutarou decide tomar el control y pide ayuda a los estudiantes, al final, obtienen autorización para enterrar al animal al pie de un cerezo. Antes, él mismo habría actuado indiferente, pero ahora tiene bastante experiencia, o eso cree.
Shoutarou vive en Asahikawa, en Hokkaido, donde la vida pareciera detenerse por completo. Ahí, conoce a una mujer joven, Sakurako Kujou, una osteóloga con un delirio por los huesos, más si son humanos, ya que son misteriosos y antinaturales.
Él asiste a Sakurako en su constante búsqueda por más huesos, pero en ocasiones se involucran en extrañas experiencias.
Uno de esos días, viajan a la costa en busca de algo nuevo para la colección, Shoutarou preferiría una visita a un restaurante local, pero Sakurako tiene el control de la situación.
A la orilla del mar, ella le ofrece un banquete si es capaz de encontrar algo extraordinario. Y él rápidamente entrega resultados cuando encuentra un cráneo humano.
Sakurako no oculta su emoción y empieza a decifrar la historia de la osamenta. Y una vez que asegura que se trata de un asesinato, Shoutaro no lo piensa dos veces y llama a la policía. Para ella es insoportable y asegura al oficial que ella lo encontró primero.
Rumbo a la estación de policía, el oficial a cargo comenta que también hubo un doble homicidio en otra parte de la costa. Para Sakurako, es de lo más interesante e insiste en detenerse para dar un vistazo. Con su conocimiento, es capaz de deducir que fue un homicidio, y que el asesino intentó engañar a las autoridades.
Shoutaro está sorprendido, pero, aun así, fuerza a Sakurako a hacer lo correcto, sobre todo cuando esta intenta salir de la estación con el cráneo anteriormente encontrado.
(櫻子さんの足下には死体が埋まっている)