Es el año 1555, al final del período Sengoku; Oda Nobunaga es un hombre joven con un sueño muy grande. En aquel momento, se le conocía como un tonto, pero la historia habla de otra forma sobre él.
Nobunaga es reconocido como uno de los tres unificadores del Japón, incluyendo a Toyotomi Hideyoshi y Tokugawa Ieyasu. Y también es conocido por ser uno de las figuras históricas más brutales, ya que eliminaba a todo aquel que se interpusiera en su camino.
Sin embargo, antes de que todo eso sucediera, un día, Nobunaga encuentra a una joven llamada Chidori en el río. Él piensa que es raro ver a un menor sin supervisión de un adulto. Y así es, se estaba ahogando.
Luego de salvarla, Nobunaga comienza a interrogar a Chidori, y descubre que es una shinobi -ninja-. Una vez más se extraña, después de todo, un ninja no debería ir por el mundo pregonando que lo es.
Nobunaga le amenaza y exige más información. Chidori se pone seria y le indica que protegerá su secreto con su vida de ser necesario. No obstante, al descubrir que está de parte de los Iga, entiende que no hay mayor problema.
Chidori se relaja a tal grado que le pregunta al hombre si trabaja para el tonto amo de esta tierra, o si acaso es un antiguo samurái. Y al descubrir que se trata del mismísimo Nobunaga, Chidori le implora que no la mate.
Con el estrés a tope, Nobunaga le dice que se relaje, que no tiene razón para matar a un simple ninja.
Luego, éste le cuenta sobre su sueño de unificar al Japón, de acabar con las batallas. Chidori comprende que él es un hombre maravilloso, con un objetivo sin igual. En ese momento, le pregunta si quienes los rodean son amigos suyos.
Se trata de varios enemigos, las los cuales Chidori aniquila sin piedad. Salva a Nobunaga y le asegura que un día será una ninja bajo su cargo.
Cinco años más tarde, Chidori está lista para servir a su amo, y quede más que emocionada al ver que Nobunaga le recuerda inmediatamente.
(信長の忍び)