En uno de sus trabajos como cazarecompieza, Chateau se topa con Ryang-ha, ambos se observan detenidamente. Chateau apunta su arma, mientras Ryang-ha le dice que él ya no tiene municiones.
En un instante, él avanza y sorprende a Chateau, quien no duda en dispararle, sin embargo, Ryang-ha es capaz de acortar la distancia, desarmar a la joven y derribarla.
A pesar de ello, Chateau sigue sin demostrar alguna emoción, al menos hasta que Ryang-ha le dice que está interesado en ella. Después de todo, en su campo de trabajo no suele platicar con muchas chicas.
A partir de ese momento, Ryang-ha se convierte en la sombra de Chateau, comienza a enviarle mensajes y a llamarle por teléfono.
Mientras tanto, la agencia en la que trabaja Chateau ha recibido un encargo muy especial. Resulta ser, que Ryang-ha en un asesino muy peligroso, que desde hace ocho años opera en la ciudad.
Ahora, distintas organizaciones quieren termina con su vida, y aunque Chateau lo reconoce, no demuestra interés en él, al menos por el momento.
Para llamar la atención de Chateau, Ryang-ha comienza a ayudarle en su trabajo, y no duda en mandarle fotos y video de sus logros.
Más tarde, Ryang-ha invita a Chateau a conversar a un parque, en ese instante, la joven le pregunta qué es lo que quiere de ella y él simplemente le dice que quiere que lo tome en cuenta.
Chateau no duda en pedirle ayuda, y le pregunta el costo de su tiempo. Ryang-ha simplemente le dice que quiere pasar el día de Navidad en una cita con ella.
Al pasar el día juntos, Chateau se muestra fría con Ryang-ha, aunque en más de un momento la hace sonrojar con sus palabras y sus actos.
Al terminar el día, ella se niega a pasar la noche con Ryang-ha y éste la acompaña a tomar el tren. Él se atreve a darle un abrazo a Chateau, y de cerca le dice que en definitiva, su olor no le desagrada. La cazadora de recompensas tiene un peligroso pretendiente.
(殺し愛)