Nacida en las páginas de un manga de Akira Toriyama hace 34 años, la historia de Dragon Ball dista mucho de ser una franquicia agotada. Y los fanáticos de Son Goku y Vegeta lo demuestran.
Dragon Ball Super: Broly es la vigésima cinta animada de la saga, y ofrece una mirada al origen de los guerreros saiyajin, el enemigo más poderoso que se haya visto hasta el momento, y una animación especial, supervisada por Naohiro Shintani, son ingredientes del filme de Tatsuya Nagamine.
Hay muchas escenas de acción, las secuencias son dinámicas. Además, se retoman los trazos clásicos, más cercanos a lo que conocimos en Dragon Ball Z
Saltando entre pasado y presente, la historia nos permite conocer el Planeta Vegeta, casa de la raza guerrera de los saiyajin, antes de ser destruido por su aparente aliado, el conquistador Freezer.
Broly, un bebé con poder desmesurado, es enviado al exilio por el Rey Vegeta, temeroso de la amenaza que puede suponer para su heredero, el pequeño Príncipe Vegeta.
Son Goku, por su parte, es mandado en una cápsula a la tierra, por unos padres conscientes de que Freezer no es lo que aparenta y representa un riesgo.
Ahora, años después, criado en odio y deseos de venganza por su padre Paragus, el Broly adulto reaparece.
Así que Son Goku y Vegeta harán frente el brutal enemigo, cuidándose de no morir en el intento y huir de las trampas del traicionero Freezer, quien aún trata de traicionarlos.
Broly es un poco diferente a otros villanos en la franquicia. Es un saiyajin con muchas emociones, pero al mismo tiempo víctima de muchas circunstancias.
No es la primera vez que el bestial Broly aparece en las aventuras animadas de Dragon Ball. El llamado “Super Saiyajin Legendario” protagonizó tres películas de los 90; sin embargo, en ese entonces, ninguna fue supervisada por Toriyama.
(劇場版 ドラゴンボール超: ブロリー)