En una ciudad flotante, a la mitad del océano, se encuentra la Ciudad Bayron, famosa en todo el mundo por ser la mina de Orgonium, una nueva fuente de energía.
Sin embargo, la ciudad oculta un peligro sobrenatural, o D Hazards, a los cuales se combate mediante milicias privadas. Shuu, solía trabajar en una de esas compañías, pero un día decidió dejarla, y solo tomar los trabajos que le corresponden.
El problema es que Shuu es irresponsable, no sabe administrar su negocio y aparenta ser un total perdedor.
Mientras tanto, se ve a una estudiante llegar a su departamento, se trata de Kisara, quien estudia la preparatoria en la ciudad, y desde hace unos meses, cuida de Shuu.
Pero él no está en casa, ha salido a comer con su exnovia y excompañera de trabajo, Ayano, quien está preocupada por el estilo de vida que lleva ahora, pero, sobre todo, porque sabe que Kisara está muy cerca de él.
Shuu intenta mostrarse muy digno ante Ayano, pero termina aceptando que no ha trabajado en meses, porque los casos no han sido de su interés, pero espera que todo cambie en la próxima subasta. Por el momento, deja que Ayano le invite la comida.
Al terminar su conversación, Ayano le pregunta si puede llamarle para conversar, y de forma muy natural, le dice que puede hacerlo, pero a la vez, le muestra que no ha pagado el servicio y se lo han suspendido.
De regreso a su apartamento, Shuu no ha pagado la luz, el gas o el servicio de agua, y por alguna razón, Kisara está dentro cocinando en la penumbra.
Ella se muestra muy cariñosa con Shuu, y no tarda en notar un olor particular en él. De inmediato le dice que ha visto a otra mujer y Shuu solo intenta justificarse diciendo que viene de la calle.
Llega la hora de trabajar, y de forma virtual, Shuu se une con los dueños de otras compañías privadas, entre las cuales está su antigua suegra, y madre de Ayano, Akino.
Se presenta el caso de un D Hazard, o demonio, que está en un lujoso edificio de la ciudad, y que debe ser neutralizado de inmediato. Luego de ver evidencia del caso, todos ponen una oferta, y Shuu no duda en ofertar lo mínimo para ganar el caso.
Los dueños de las otras compañías le reclaman por malbaratar su trabajo, sobre todo, cuando Akino sabe que él solo no puede realizarlo.
De antemano, Shuu y Akino han pactado cooperar, pero ella le dice que se quedará con gran parte del pago.
Al dejar el departamento, Kisara sigue enojada con Shuu y no le dirige la palabra. Al llegar al lugar designado para el trabajo, Ayano y un equipo ya lo esperan para apoyarlo.
El trabajo no es sencillo, y las estrategias que conocen no parecen funcionar con el demonio, y cuando todo parece perdido, aparece Kisara, quien resulta ser un demonio que ha firmado un trato con Shuu, pero para ayudarlo debe darle energía a través de sus besos.
Una vez que Shuu lo hace, Kisara parece invencible, y a pesar de ello, Ayano no deja de hacerle comentarios en doble sentido con el objetivo de hacerla enojar.
De igual manera, Kisara está celosa de Ayano y no le gusta su cercanía con Shuu. Por lo pronto, Kisara trabaja duro, para mantener al inútil de Shuu, ¿o qué les deparará el destino?
(エンゲージキス)