Al cumplir los 16 años, Koito se convirtió en la sacerdotisa o miko del santuario Takamimi, y por si fuera poco, en la encargada de cuidar de Elda, la hermosa deidad del lugar.
Suena como un sueño hecho realidad; sin embargo, Elda es una elfo de 621 años, que decidió permanecer en la tierra cuando el histórico Tokugawa Ieyasu le pidió que viera por su pueblo.
Después de 400 años, Elda ha visto como todo ha crecido y cambiado, y en un momento ha preferido permanecer aislada de la comunidad, aunque a la vez disfruta y agradece todos los regalos que le llevan al templo.
Para Koito, hasta el momento ha sido algo complicado, ya que Elda suele desvelarse jugando, viendo anime o leyendo manga. Y al momento de realizar sus oraciones, tiene que obligarla a cooperar.
A pesar de ello, Koito sabe que los habitantes la adoran y le agradecen que siga al pendiente de su comunidad, incluso después de que ellos hayan dejado este mundo.
Mientras tanto en la escuela, Koito suele ventilar sus frustraciones con su mejor amiga, quien le recuerda cuan buena ha sido Elda para todos.
Pero un día, Koito termina mostrando su frustración frente a Elda, y en un instante le dice que quizá no debería continuar con la tradición de ser su cuidadora.
Koito sale corriendo del templo dejando a Elda sola en su cuarto, como siempre permanece. Más tarde, mientras reflexiona, recuerda el día en que murió su madre, y que por la noche una hermosa figura se acercó a ella para consolarla.
Desde aquel momento, recuerda con emoción a esa persona, y quisiera poder crecer para ser así de elegante y amable algún día.
Para su sorpresa, Elda sale del templo en busca de Koito y aparece frene a ella para pedirle que regrese a su lado.
Y para sorpresa de Koito, Elda le recuerda la noche en que se conocieron, que resulta ser la misma que ella atesora en su memoria.
(江戸前エルフ)