Kiria es una golfista profesional, el día de hoy ha decidido dejar Tokio en busca de un rato de paz y tranquilidad.
Sin embargo, al llegar a un pueblo, le indican que su hotel está en una zona boscosa, sin camino para vehículos.
Sin perder el ánimo decide caminar a su destino, pero se topa con un ligero detalle, el puente que atraviesa el río está destruido. En esos momentos, Kiria observa a Gawain, un chico de cabello rubio.
Kiria piensa que se trata de un turista extranjero, pero el chico no duda en jugarle una broma antes de presentarse ante ella.
Gawain le da indicaciones y le dice que la acompañará en su camino, sin embargo, el chico la lleva directo a un puente improvisado con un tronco.
Kiria le dice que es imposible cruzar, mientras Gawain se descalza y brinca sobre el tronco con total destreza. A Kiria le sorprende su agilidad y equilibrio, y de mala gana termina cruzando, cuando el niño le dice que los osos aparecen al anochecer.
Kiria está agotada, y cuesta arriba, Gawain le dice que le ayudará a cargar su equipaje. En ese momento, Kiria se sorprende por la fortaleza física del chico.
Finalmente, Kiria llega a su hotel, y cuando él le pregunta sobre su extraño equipaje, ella le explica que juega al golf y que siempre lleva parte de su equipo con ella.
Gawain recuerda el juego, y que suelen jugarlo personas de la tercera edad, lo que molesta a Kiria.
Mientras Gawain y otros chicos juegan al beisbol, Kiria escucha que Gawain quiere ser profesional, y que aspira a pegarle a la pelota como nadie lo hizo jamás.
Y aunque la pelota de beisbol vuela bastante, Kiria les presume que la de golf puede llegar aún más lejos. Gawain queda intrigado y es el único que se queda con Kiria, quien no duda en colocar una pelota y demostrar su técnica.
Gawain intenta imitarla, pero acostumbrado a otra posición, no deja de fallara la pelota. Kiria decide darle indicaciones, dudando que el chico pueda seguirlas al pie de la letra, sin embargo, a la primera golpea la pelota y sobrepasa el golpe de ella.
Gawain le dice que esa posición ya la conocía, y que gracias a su vida en la montaña ha aprendido algunos trucos para hacer sus labores. Él se emociona mucho al golpear la pelota.
Kiria cree que el chico tiene potencial, pero en un lugar tan remoto será difícil poder ayudarlo, además es muy joven y vive solo con su abuelo. Ella regresa a Tokio, pero le da indicaciones a Gawain para que siga practicando, y en unos años pueda ir con ella a la ciudad.
Pero al ver la determinación de su nieto, su abuelo le pide que no se preocupe por él, y que hablará con Kiria para que cumpla con su sueño.
(ライジングインパクト)