En los últimos años, Mahiro se ha encerrado en su mundo de videojuegos, manga y televisión, dejando a un lado sus responsabilidades como hermano mayor de Mihari.
Desde muy jóvenes, y a pesar de ser el mayor, Mahiro ha tenido problemas para seguir el paso triunfal de su hermana, quien destaca en todo lo que emprende.
Ahora, su hermana se ha convertido en una científica, y un día decide usar a su propio hermano en un conejillo de indias para un experimento.
Mihari usa sus conocimientos para desarrollar una extraña poción, y no duda en poner algunas gotas en la bebida favorita de Mahiro.
Al día siguiente, Mahiro se despierta muy tarde y nota algo extraño en su cuerpo, empezando por el tamaño de sus manos.
Al levantarse, lo primero que hace es buscar una de sus tabletas electrónicas, pero en el reflejo observa el rostro de una chica.
La sorpresa provoca a Mahiro a comprobar qué hay debajo de su ropa interior, en ese instante entra Mihari, quien no duda en decirle que ahora es parte de uno de sus experimentos, y que solo necesita monitorear y evaluar su comportamiento mientras busca una cura, deberá aprender a comportarse como otra persona.
En un principio, Mahiro no entiende el porqué su hermana lo ha usado, pero cuando le dice que lo curará, no le importa nada y le pide a su hermana que deje su cuarto para comenzar a jugar.
A la mañana siguiente, al revisarlo, Mihari descubre que su hermano no se ha bañado en días y de inmediato lo obliga a ducharse, en ese instante, Mahiro comienza descubrir su nuevo cuerpo, y recuerda lo que ha perdido.
Mihari aprovecha el momento para forzarlo a usar ropa interior y un vestido, y de paso, le ordena que comience a cambiar sus malos hábitos, se levante más temprano y comience su día aseándose correctamente.
Días después, Mahiro comienza a sentirse distinto, e incluso se frustra con sus videojuegos para adultos. Mihari le dice que quizá sea natural, después de todo, ahora es una chica.
Para cambiar su humor, Mihari decide que es momento de que su hermano haga algo distinto y después de dos años de encierro, lo invita a correr.
Y mientras recuerda cuan atlética es su hermana, acepta la sugerencia de su hermana, aunque sea de mala gana. Al reflexionar, Mahiro piensa que quizá ha encontrado un rol en el que puede hacer algo positivo, y que quizá sea momento de dejar de pretender ser el hermano mayor y aceptarse como es en este momento.
En el camino, descubre que la actividad física sin la ropa interior adecuada puede ser una experiencia vergonzosa y dolorosa, por lo que Mihari lo lleva de compras.
(お兄ちゃんはおしまい!)