En un mundo de fantasía, Laios y su grupo luchan contra un feroz dragón rojo, o al menos eso es lo que creen que están haciendo.
El dragón les está dando una paliza y, de repente, Laios comienza a pensar que no han tenido una comida decente en días y que por eso no tienen fuerza para luchar.
De repente, su hermana Falin lo empuja mientras el dragón se prepara para devorarlo. Falin termina entre sus dientes, pero antes de que suceda algo más, lanza un hechizo para transportar a Laios y al resto lejos del peligro.
Marcille corre hacia Laios preguntándole qué le pasó a Falin y él le dice que el dragón se la comió. Pero debido a su naturaleza y al poder mágico de este mundo, cree que pueden derrotar al dragón y aún así rescatar a su hermana.
Pero los planes de Laios terminan arruinados cuando Marcille le dice que todas sus pertenencias se quedaron en el calabozo.
Chilchuck, otro miembro del grupo, se acerca a ellos y le dice a Laios que dos miembros renunciaron y los dejaron solos.
Laios reflexiona sobre qué hacer y se pregunta si podrían conseguir equipos y alimentos más baratos. Chilchuck no lo cree y Marcille sugiere que coman primero.
Laios sugiere que Marcille y Chilchuck dejen el grupo, no quiere ponerlos en peligro para ayudar a su hermana, pero ellos piensan que es una locura abordar el calabozo solo, y además, Falin también es su amiga.
Finalmente, Laios les dice que su principal problema es la comida y recuerda que hay una guía que indica qué tipo de monstruos se pueden comer. Después de todo, dentro de la mazmorra hay un ecosistema saludable.
Tan pronto como entran, derrotan a una criatura en forma de hongo, y no pasa mucho tiempo antes de que Laios cace un enorme escorpión.
Laios les asegura a Marcille y Chilchuck que pueden convertirlo en un plato delicioso. Pero no sabe cocinar y empieza a preguntarse qué hacer.
En ese momento Senshi, un guerrero enano, aparece y comienza a sugerirles cómo preparar el plato. Marcille argumenta que no es posible comerse una criatura venenosa, pero Senshi le dice que está equivocada, al tiempo que la salva de una bola de limo.
Marcille no quiere comer el plato, pero acaba cediendo por el hambre. Y gracias a la experiencia de Senshi, en realidad sabe bien.
Senshi se une al grupo y se pregunta qué puede cocinar con un dragón rojo, Marcille está molesta y Laios y Chilchuck están felices de no preocuparse por la comida.
(ダンジョン飯)