Después de un sueño de 39 años, Bils, el dios de la destrucción, despierta para ir en busca del dios Super Saiyajin y librar una batalla global.
En Dragon Ball Z: Kami to Kami (Dragon Ball Z: La Batalla de los Dioses), Gokú se enfrenta a un enemigo más poderoso que Freezer, Cell y Majin Boo. Y, para derrotarlo, tendrá que convertirse en una poderosa divinidad.
El filme se sitúa tras la batalla que libran los Guerreros Z contra Majin Boo, quien posteriormente se convierte en su aliado.
Cuando Bils descubre que un Super Saiyajin derrotó a su aliado, Freezer emprende un viaje a la tierra acompañado de Wiss, su mentor y consejero, para buscarlo y conocerlo.
Al encontrar a Gokú y derrotarlo fácilmente en el planeta del Kaio del Norte, arriba a la Tierra.
Vegeta tiene la misión de mantenerlo contento; sin embargo, tras una rabieta de Majin Boo, Bils se enfurece y decide destruir la tierra. Ni Vegeta, Gohan y Gotenks (fusión de Goten y Trunks) pueden detenerlo.
La pelea (entre Gokú y Bils) es un momento con dolor y hay violencia como todo el mundo de Dragon Ball. Bils es un dios indestructible.
No se puede acabar con él y el mensaje es muy claro: no es una pelea porque sí, sino que dentro tiene razones (humildad, valentía y amistad) por la cual ocurre.
Si quiere acabar con Bils, Kakarotto tiene que llegar al estado de dios Super Saiyajin, con ayuda de Gohan, Goten, Vegeta, Trunks y Videl, quien en su vientre lleva al quinto heredero de la raza superpoderosa, Pan, la nueta de Gokú.
Vegeta siempre ha sido el Príncipe, sin embargo, esta vez dejará de lado su orgullo para unir fuerzas con Gokú y así poder rescatar el planeta tierra.
El guión, lleno de sorpresas, está a cargo de Akira Toriyama, la mente maestra detrás del exitoso anime que ha cautivado a generaciones en todo el mundo.
(ドラゴンボールZ 神と神)