Años atrás, Kazuki se entusiasmó al saber que sería padre, pero su oficio lo forzó a tomar otro camino.
Años después, Kazuki sigue lamentando lo que ocurrió en aquella etapa de su vida, y ahora se dedica por completo a su trabajo como asesino a sueldo.
Y a pesar de su forma de empleo, Kazuki no descuida los detalles de su vida, incluyendo la limpieza de su apartamento, así como la alimentación de su compañero Rei, que en casa es un completo desastre, pero durante sus misiones llega a ser implacable.
Un día, Kazuki recibe órdenes para interceptar a un nuevo objetivo, por y comienza a buscar información suficiente que le permita realizar el trabajo.
Descubre que el hombre tendrá una gran fiesta en un lujoso hotel, y que su esposa es realmente estricta en los detalles. Por lo que Kazuki decide hacer uso de su obsesión para prepara su entrada a la fiesta.
Kazuki no es menos detallista, y comienza a hornear un pastel digno de un magnate, o un líder criminal. Consigue un acceso de empleado y se disfraza de acuerdo a la ocasión, ya que es Navidad.
Pero al entrar al edificio, Kazuki se sorprende al ver que una niña de 4 años, Miri, lo sigue de cerca y a pesar de la seguridad, sube al mismo elevador que él, y mientras observa detenidamente el pastel, la niña le dice que debe estar delicioso.
Kazuki le permite probar el pastel, y no tarda en emocionarse al ver cuanto le gusta a la pequeña. De repente, Miri le pregunta a “Santa” si le cumplirá su deseo de ver a su padre.
Kazuki permite que Miri coma de su pastel mientras suben hasta el piso donde se lleva a cabo la fiesta. Y en cuanto llegan, la pequeña sale corriendo en busca de su padre.
Mientras los encargados de la seguridad intentan detener a la chica y a Kazuki, Rei aparece y no duda en disparar su arma.
Se terminó la fiesta, y todo mundo comienza a huir del lugar, mientras Rei busca a su objetivo, Kazuki observa alarmado como Miri se acerca a su padre y éste no duda en tomarla como rehén.
Kazuki le grita a Miri que ha encontrado a su padre, y mientras se quita el disfraz de Santa, le asegura que es él. Miri no duda en lanzarse a sus brazos, mientras Rei termina con su trabajo.
Más tarde, al revisar las pertenencias de Miri, resulta ser que su madre la envió a propósito a conocer a su padre, quien termina siendo el mismo hombre al que acaban de eliminar.
(バディパパ)